Reducción de pecho, es una frase imposible de separar de tengo un pecho grande, durante parte de la vida de una mujer con un busto generoso.
Sí, por duro que suene cuando una chica dice tengo mucho pecho va seguido de un, me lo quiero quitar. Pero esta coletilla desaparece en numerosas ocasiones. Sigue leyendo, tanto si crees que es imposible que desaparezca en tu caso, como si quieres saber si la reducción de pecho te la cubrirá la seguridad social.
Problemas que genera un pecho grande
Un pecho grande es un gran peso que tiene que soportar el cuerpo de la mujer. Ese peso genera una serie de daños físicos y psicológicos, los más comunes son dolor de espalda y de cervicales, pero puedes ver todos aquí. Estoy convencida de que algunos te sorprenderán.
La unión de esos problema físicos y psicológicos son los que nos llevan a la conclusión de que necesitamos una reducción de pecho. Pero, en muchas ocasiones, hay una distorsión entre la realidad y nuestras sensaciones. En estos casos, la solución es mucho más sencilla e inmediata. No dejes de leer.
Cómo solucionar esos problemas
Con un sujetador adecuado
Los daños que provoca el peso de un pecho grande pueden disminuir en un altísimo porcentaje (en ocasiones el 100%) con el uso de un buen sujetador.
Si has abierto el artículo que te he enlazado antes, verás que el título es los daños que provoca un mal sujetador. Tengo más que comprobado que con el sujetador adecuado esas molestias suelen desaparecer. Lo único que necesitas es ponerte en manos expertas (las nuestras) para que podamos asesorarte y enseñarte qué talla y qué patrones son los que van a aliviar la presión que sufre tu cuerpo. Te invito a reservar cita para una asesoría online ¿Qué pierdes por intentarlo?
¿En qué casos un buen sujetador eliminará el 100% o casi de esos problemas?
Cuando no padezcamos gigantomastia. Es decir, cuando nuestro pecho no sea demasiado grande. Y volvemos al problema de que las españolas, en un 70% desconocen la talla real de sujetador que necesitan.
Hasta donde yo sé, no existe un volumen o peso concreto que determine la gigantomastia. Esto es porque no solo cuenta el tamaño del pecho, sino también la fisionomía completa de una mujer.
No es lo mismo que una mujer de 1,50 m tenga una talla 90L con sobrepeso a que la 90L sea con un normopeso. Porque en el segundo caso implica que la estructura ósea es más ancha que en el primero, con lo que hay más volumen de huesos soportando ese peso. Y, por supuesto, tampoco es lo mismo que esa 90L con o sin sobrepeso lo tenga una mujer que mida 1,70 m. Porque el espacio que tiene en su caja torácica para albergar el pecho es mayor en altura.
En el primer caso vamos a tener una mujer en la que el pecho se junta tanto con las axilas como con la barriga y, probablemente, le molesten los aros. En el segundo se podría juntar con una de las dos partes o no, dependerá de la altura a la que esté situaldo el pecho.
Con lo cual, en el primer caso, por bien que coloquemos el pecho con el sujetador, probablemente no consigamos nunca la comodidad total, mientras que en el segundo es más fácil que se consiga.
No obstante, a partir de una copa L, no es descabellado seguir con la idea de la reducción de pecho aunque éste lleve un sujetador bien ajustado.
Con una reducción de pecho
En los casos de pechos muy grandes, las molestias solo se van a eliminar por completo con una reducción de pecho.
Como la reducción de pecho es una operación que conlleva sus riesgos, tiene un postoperatorio doloroso y conlleva un gran desembolso económico (porque pocas son las que cubre la seguridad social), creo que la opción de una asesoría de corsetería especializada, debería ser obligatoria como paso previo para cualquier mujer que se quiera reducir el pecho. Y, una vez comprobadas todas las molestias que el sujetador elimina en tu caso concreto, ya podrás decidir si pasas por la operación de reducción de pecho o no.
Toda mujer que piensa en reducirse el pecho usando una copa C, copa D o copa E, va a sentir el encontrar el ajuste perfecto de sujetador como un milagro que ha cambiado su vida. Prácticamente ninguna, seguirá con la idea de reducirse el pecho después.
Una pequeña parte de las mujeres que, bien talladas, lleven copa I, copa J o copa K, seguirán deseando operarse. Las que sigan con intención, tendrán el torso pequeño.
Entre las talladas con copa L, M, N y O, habrá un porcentaje mayor que mantengan la intención de reducirse el pecho tras la asesoría. Las molestias físicas habrán desaparecido en un grandísimo porcentaje (dolor de espalda, de hombros, cervicales, cabeza, rozaduras...), aunque quizá no del todo, y las molestias psicológicas se mantendrán porque al desnudarse el cuerpo vuelve a la posición natural.
Reducción de pecho por la seguridad social
El deseo de toda mujer que anhela reducirse el pecho es que lo cubra la seguridad social. Pero la realidad es otra bien distinta. La seguridad social cubre un porcentaje muy pequeño de las operaciones que se realizan en este país.
Los pasos a dar, para que la seguridad social te realice una reducción mamaria son:
- Cita con el médico de cabecera.
- El médico de cabecera te mandará al especialista para que te haga un estudio más exahustivo.
- Traumatólogo: que certifique las molestias que te genera el pecho
- Psicólogo: si las molestias principales no son físicas.
- Consulta con el cirujano plástico: si en alguna de las consultas anteriores se ha determinado la idoneidad del paciente para la operación.
Tal y como he comentado antes, los requisitos van a variar, en parte, por la fisionomía de la mujer. Se tienen más en cuenta las proporciones que las medidas aisladas. Pero estos son algunos de los parámetros que hacen que la seguridad social sí cubra la operación.
Asimetría mamaria muy pronunciada
Cuando un pecho es varias tallas mayor que el otro. La seguridad social cubre el aumento del pequeño o la reducción del grande.
Gran distancia yugulo-pezón
La distancia entre la parte más alta del esternón y el pezón debe superar los 35 centímetros (algunos médicos lo hacen a partir de 32 cm, pero la mayoría de 35cm).
En este caso, se pide acompañar ese dato con un índice de masa corporal inferior a 30. En IMC>30 probablemente pidan adelgazar para que disminuya el riesgo por la anestesia y para comprobar la pérdida de volumen de pecho que se pierde al bajar el peso.
Informe psicológico favorable, que recomiende la reducción o informe traumatológico que relacione los dolores cervicales o de espalda con el volumen de pecho (y no existan otras patologías que puedan provocar esos dolores).
En este caso, el volumen de mama extirpada suele ser de 1 kilográmo por mama.
Reducción de pecho por lo privado
Si la seguridad social no te ha considerado idónea para realizarte la cirujía y tu intención sigue siendo operarte, tienes que tener en cuenta:
- Necesitas un buen cirujano con mucha experiencia en reducciones de pecho. Siempre operará mejor el cirujano que lo hace cada día que el cirujano que, aún siendo magnífico en otras operaciones, reduce un pecho cada dos meses.
- La operación conlleva riesgos aunque el cirujano sea fantástico. La operación en un hospital con UCI mejor que en una consulta sin ella.
- Van a quedar cicatrices. No sea que te acaben acomplejando más las cicatrices que el tamaño del pecho.
- El postoperatorio es doloroso, hay que curarse... No es operar y todo perfecto.
- El pezón puede perder sensibilidad.
- Si tienes el tejido muy elástico, el pecho volverá a caer.
¿Tienes o has tenido ganas de reducirte el pecho? Cuéntame tu experiencia.
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